Juan Galvis, alumno de Colombia becado por FUNIBER de la Especialización en Grafología y Neuroescritura explica por qué decidió estudiar a distancia
“Parece un cuento de hadas…Estudiar lo que me gusta, cómodamente, con buen material y con docentes expertos en el área… ¡Dónde me inscribo!”
Para comenzar, es necesario decirles que las palabras cuentan historias. Así es, y si me regalan un poco de su valioso tiempo, podrán leer un pequeño cuento que les interese, ya que tiene que ver acerca de las muchas ventajas que hay a la hora de estudiar a distancia; así mismo sabrás cómo terminamos conversando en este corto artículo…sin más preámbulos comencemos.
Eran las 17:30 h. de un viernes por la tarde. A esa hora muchas personas comienzan a planear su fin de semana. Quizás algunos pensarán en arreglar la casa, salir con su compañero/a, ir a un lugar tranquilo a despejar la mente, pasar tiempo con su familia o irse a un crucero por el Caribe.
Y mientras algunas de esas ideas pasaban por mi mente, no podía evitar que se me cruzara esa pregunta que me carcome casi todos los días – y creo que también a ustedes – desde que poseo conciencia: ¿Qué estoy haciendo con mi vida? En ese momento, todas mis fantasías se esfumaron y mi cerebro quedo naufragando en un altamar de confusión.
Había garabateado un par de palabras en una hoja… y de pronto… como un destello desde las cavernas de mi inconsciente, apareció un recuerdo de aquello que me apasionaba tanto: el estudio de los signos. Desde hacía tiempo me llamaba la atención saber acerca de las letras y las personalidades, así que aproveché el tiempo para buscar en internet.
Cuando descubrimos aquello que tanto nos gusta hacer, la vida toma un sentido y no pasó mucho tiempo para que me encontrara con FUNIBER y conociera las diversas ofertas académicas que ofrecía. Luego surgió esa pregunta por la que pasa todo alumno virtual: ¿Estudiar a distancia?… Sí. Resulta que debido al moderno estilo de vida, las instituciones académicas han tenido que emigrar hasta nuestros hogares… ¿Sería esto algo digno de fiar?
En realidad no importó y decidí “correr el riesgo”. Después de inscribirme, accedí a una plataforma virtual de fácil manejo. Fue bastante sencillo dominarla gracias a la ayuda de los tutoriales con los que contaba la misma página. Me encontré con un material bastante completo, que también llegaba por correo físico; así que podía disfrutar del clásico papel y también con ayuda del ordenador. Otra ventaja era que podía entrar a estudiar en el momento que quisiera y no tener que estar bajo el yugo de los horarios diurnos ni nocturnos: la verdad fue muy confortable. Además, conocí a muchas personas que compartían mis ideas, y pude conocer a una docente (Alejandra Sandoval), que a pesar de los horarios y las distancias, estaba siempre al frente de sus responsabilidades académicas.
Lo anterior cambió por completo el concepto que tenía acerca de estudio: por primera vez sentía que podía tener las ventajas de aprender, sin el inconveniente de tener que postergar responsabilidades laborales, aunque esto significara un mayor compromiso y determinación para alcanzar la meta de cualquier estudiante: aprender y graduarse.
Al principio dije que las palabras cuentan historias y aunque este sea el final de este artículo, el cuento sigue. Actualmente continúo estudiando, reforzando mis conocimientos y a la expectativa de todo aquello que pueda sacar FUNIBER. Y así, mis queridos lectores, es como nos hemos encontrado.
Enlaces relacionados:
- Opinión de Beatriz Elizondo, alumna de la Maestría en Gerontología patrocinada por FUNIBER
- Opinión de María Fernanda Pabón, alumna de la Maestría en Gestión y Auditorías Ambientales patrocinada por FUNIBER
- Opinión de Leonel Flores, alumno de la Maestría en Actividad Física y Salud patrocinada por FUNIBER
- Opiniones FUNIBER: Inicio de una gran amistad gracias a FUNIBER